Los nadadores Pablo Trogu y Maqui Carri se pasaron por Realidad Deportiva para conversar sobre su experiencia en el Master Open, el torneo para mayores de 20 años, disputado el 9 y 10 de agosto en Buenos Aires.

Ambos coincidían en la dificultad de dedicarse al deporte, pero no vivir de él: “Todo tiene su sacrificio, entrenamos mucho, todos los días, forma parte de lo que nos apasiona. Tenemos trabajo, familia, y a veces nos vamos a trabajar un viernes a la mañana y llegamos a casa el lunes a la noche, después de competir. Pero uno gana la medalla en el entrenamiento, no se consigue de la noche a la mañana”

En los dos días de competencia se toparon con las dificultades propias de un torneo tan exigente, ser observado por jueces que controlaban la correcta articulación de movimientos en el tiempo exacto, la necesidad de no perder la calma, tomar cada prueba como un desafío personal y entender los límites de uno.

Otros contratiempos fueron algo graciosas, como contaba Pablo: “el día del viaje yo agarre varias cosas para preparar el bolso, pero me olvide de lo más importante, lleve nomas la toalla y las antiparras, pero me olvide del gorro, tenía la cabeza en cuando tomarme el colectivo, cuando llegamos me di cuenta que nada de lo extra que llevé lo necesitaba”. Anexo a esto, Macarena recordaba como sus compañeros que iban a competir y viajar con ella sacaron un pasaje de colectivo a una hora distinta, porque ella salía de trabajar y entre eso y el horario de salida no llegaba a tomarlo, advirtiendo previamente la situación. Y como perla de la charla, en el segundo día de competencia, tras no haber almorzado después de competir varias horas, fueron a un local de comida rápida, no importando mucho comer sano en ese momento.

“Pese a la experiencia con momentos diversos, se destaca el compañerismo, el disfrutar de cada día, y la satisfacción de cosechar lo sembrado” concluían de esta manera la nota los deportistas, agradeciendo a la gente que siempre los apoya.